El rendimiento de la terna arbitral venezolana de la victoria de River como local

logró una impresionante remontada y se impuso 2-1 ante Internacional de Porto Alegre de Brasil en la ida de los octavos de final. El delantero venezolano José Salomón Rondón se encontraba en el banquillo de suplentes, pero su equipo supo salir victorioso gracias a un extraordinario despliegue físico en el segundo tiempo.

El partido se desarrolló en el estadio Nuevo Monumental y contó con una destacada labor arbitral de Jesús Valenzuela, acompañado por Jorge Urrego y Tulio Moreno como asistentes, y Ángel Arteaga como cuarto árbitro. Valenzuela tomó decisiones correctas y manejó la presión del Monumental lleno hasta los topes. Incluso ante situaciones polémicas, supo aplicar las tarjetas amarillas de forma justa, mostrando un total de siete, dos para el equipo local y cinco para la visita.

El marcador se abrió en el primer minuto del tiempo agregado de la primera mitad, cuando Enner Valencia, delantero ecuatoriano de Internacional, cabeceó un tiro libre de Alan Patrick y cambió la dirección de la pelota para dejar sin opciones al arquero Franco Armani. En el segundo tiempo, River Plate tomó control absoluto del partido y se encontró una y otra vez con un destacado guardameta uruguayo, Sergio Rochet, que con sus extraordinarias atajadas mantuvo a su equipo en el partido. Sin embargo, la entrada de Pablo Solari en el equipo de River cambió el rumbo del encuentro.

Al minuto 65, Nicolás de La Cruz habilitó a Solari con un preciso pase, y el delantero definió de forma magistral para igualar el marcador. Luego, al minuto 79, Lucas Beltrán asistió a Solari con un pase en profundidad, dejándolo mano a mano con Rochet, a quien venció con un disparo rasante.

A grandes rasgos, los árbitros estuvieron a la altura de las circunstancias y supieron llevar el encuentro de forma correcta sin interferir en el resultado final, lo que hace que haya sido un buen arbitraje de los venezolanos.