Por lo sucedido con Rubiales, ahora continúan las malas noticias y renuncias

El escándalo en torno al presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, continúa generando impacto en el ámbito deportivo y organizacional. El desafortunado acto en el que Rubiales besó en los labios a la jugadora Jennifer Hermoso durante la ceremonia de premiación en la final del Mundial Femenino 2023 ha provocado una serie de reacciones significativas.

Varias instituciones dentro de la liga española han mostrado su apoyo a Jennifer Hermoso, respaldando su versión de los hechos y condenando la actuación de Rubiales. A pesar de las afirmaciones del presidente de la RFEF de que el beso había sido consensuado, la jugadora y su grupo de compañeros de selección han rechazado esta afirmación y han tomado una posición firme exigiendo cambios sustanciales en la gestión de la Federación.

El viernes pasado, en una asamblea extraordinaria convocada por la RFEF, Rubiales anunció que no renunciaría a su cargo. Esta decisión desencadenó nuevas protestas, y una parte del cuerpo técnico de la Federación Española presentó su renuncia en un documento como forma de protesta. En el comunicado, expresaron su apoyo a Jennifer Hermoso y su desacuerdo con la versión ofrecida por Rubiales en la asamblea.

La FIFA también intervino en el caso y suspendió a Rubiales de cualquier actividad relacionada con el fútbol durante los próximos tres meses. Esta medida muestra la seriedad con la que se está tomando la situación a nivel internacional y refleja la necesidad de abordar este tipo de comportamientos en el deporte.

La controversia ha generado un debate más amplio sobre el trato de las mujeres en el fútbol y la necesidad de crear entornos seguros y respetuosos para las jugadoras y todos los miembros del deporte. La reacción en contra de Rubiales y la exigencia de cambios reales dentro de la Federación indican un cambio cultural necesario en la industria deportiva.