La fuerte crítica de Guardiola contra Arabia Saudita que haría estallar a la afición

El entrenador del Manchester City, Pep Guardiola, ha manifestado su recelo ante el creciente poder económico del fútbol árabe, particularmente de Arabia Saudí, tras la serie de grandes fichajes realizados en la Saudi Pro League este verano. Guardiola advierte que los jugadores estrella de Europa ya no son intocables y que los clubes deben estar atentos a lo que está sucediendo en el mercado.

El fichaje de Riyad Mahrez por el Al Ahli de Arabia Saudí fue uno de los ejemplos más destacados de la capacidad económica de la liga saudita. El técnico español expresó su sorpresa por la llegada de tantos jugadores de primer nivel a esa competición, algo que no se veía venir hace unos meses. Guardiola señaló que Arabia Saudita está determinada a crear una liga fuerte y competitiva, y hasta el momento, están logrando atraer a estrellas del fútbol europeo.

El entrenador del Manchester City reconoció que Riyad Mahrez recibió una oferta "irrechazable" y lamentó que no pudieran retener al talentoso jugador en su plantilla. Aunque querían que se quedara, entendieron que la propuesta económica era demasiado atractiva para el futbolista.

Guardiola también hizo una comparación con la Premier League, destacando que esta competición ha invertido más en fichajes debido a su mejor organización y mayores ingresos por los derechos de transmisión. Sin embargo, advierte que Arabia Saudí ha cambiado el mercado y se ha convertido en un destino atractivo para muchos futbolistas.

¿Por qué es la queja de Guardiola?

Hasta el momento, la liga saudita ha logrado seducir a jugadores de la talla de Cristiano Ronaldo, Karim Benzema, N'Golo Kanté, Kalidou Koulibaly, Rúben Neves, Sergej Milinkovic-Savic y Allan Saint-Maximin, entre otros. Estas incorporaciones han generado un gran impacto en el mundo del fútbol y han puesto en alerta a otros clubes respecto al poder adquisitivo de los equipos árabes. Aunque Guardiola advierte sobre la realidad del fútbol saudí, también plantea interrogantes sobre su sostenibilidad a largo plazo.